El estilo de vida minimalista busca que tomemos conciencia de lo que nos hace bien, de lo que queremos soltar a fin de conservar sólo lo que nos hace feliz y aporta a construir una vida con intención. Nace de la unión entre la filosofía helenística (cuyo objetivo era la ataraxia, es decir, la ausencia de toda perturbación) y el arte minimal (que tiene como objetivo lograr el mayor efecto con la menor cantidad de recursos). Sus lemas son “menos es más” y “haz más con menos”.
Hace no muchos años atrás, gente cansada o estresada por las exigencias de un mundo capitalista que nos hace creer que cada vez necesitamos más y más cosas, comenzó a practicar esta forma de vivir. De hecho, hubo un boom minimalista en Estados Unidos, como paradoja al sueño americano. Pero también surgió en Europa, y más recientemente, está tomando más fuerza en Latinoamérica.
The Minimalists, el dúo compuesto por Joshua Fields Millburn y Ryan Nicodemus, ha sido uno de los encargados de difundirlo alrededor de todo el mundo gracias a su documental “Minimalismo, un documental sobre las cosas importantes” (puede verse en Netflix) y a varios libros.
Otros de los conceptos que están dándole más difusión corresponde al Proyecto 333 o al concepto de armario cápsula. Éste último surgió en los años 70 de la mano de Susie Faux con el fin de crear un armario con pocas prendas, combinables entre sí y que nunca pasaran de moda. Pero bien, ¿qué es ser minimalista concretamente?
En primer lugar, a diferencia de lo que muchos creen, ser minimalista no es sinónimo de vivir sin nada. Claro que una persona que practica esta filosofía de vida tiene posesiones y compra cosas. La diferencia es que éstas son adquiridas o conservadas de forma consciente, responsable y medida. Todo lo que poseen tiene un sentido y un fin; las cosas no se pierden en la acumulación o montones. Lo que hace es dejar de lado el famoso “lo guardo por si acaso” para vivir en el presente; sólo conservo lo que realmente uso hoy. Veamos algunos hábitos:
→ No se ata emocionalmente a las cosas: entiende que lo importante es ser en lugar de tener, por lo que puede desprenderse de aquello que ya cumplió un ciclo, más allá del valor personal que pueda tener ese objeto.
→ Todo cumple una función en su vida: no tiene algo por el hecho de tenerlo o porque es moda. Es consciente de lo que posee y elige cada cosa con un sentido.
→ Lo que posee, preferiblemente será de buena calidad: es mejor tener menos y que dure, a tener poco pero en mal estado. De lo contrario, tendría que comprar más frecuentemente.
→ Cosas en buen estado: los objetos tienen que funcionar para que cumplan el objetivo para el cual están. ¡Adiós a los objetos rotos! En este caso, es mejor repararlos o donarlos. El minimalista busca vivir en un espacio cómodo y agradable porque sabe que lo que tiene, es para hacerlx feliz.
→ Sustentabilidad y naturaleza: suele preocuparse por el medioambiente, por que buscará impactar de forma positiva en él y mantenerse conectado con la Madre Tierra.
→ Busca un estilo de vida saludable: tiempo para la actividad física, yoga, meditación, arte, nutrición saludable, ocio y las cosas que le hacen bien. Cultiva su propio ser.
Estas características no se dan siempre o todas juntas, y que son ideas generales. ¡Las personas somos diferentes! Simplemente representan algunos patrones que se dan en los minimalistas. La idea es que con estas particularidades, puedas entender qué significa esta práctica.
“Ser minimalista no es sinónimo de vivir sin nada. Quien practica esta filosofía de vida tiene posesiones. La diferencia es que éstas son adquiridas o conservadas de forma medida”.
Si sentís algo así como “yo no podría, necesito comprarme ropa o usar un celular moderno”, tranquilx porque no se trata de que dejes de ser quien sos o de que no tengas nada. ¡Claro que podes comprar cosas o usar celular! Se trata de no hacerlo desmesuradamente o para “liberar el estrés”.
Considero que lo mejor del minimalismo es que las reglas las ponés vos, de acuerdo a lo que te haga feliz. No hay un manual que diga qué es correcto o incorrecto, ¡mientras lo que elijas tener o hacer, sea a conciencia y contribuya con tu bienestar!
→ Crear espacio para encontrar tu propósito y lo que te hace bien
→ Optimización del tiempo
→ Ahorro económico
→ Más orden
→ Bienestar y conexión tanto con vos mismx como con la naturaleza.
→ Una vida más tranquila y consciente
→ Más tiempo para las personas que querés y las cosas que te hacen bien
→ Vida con sentido
Espero que esta nota te haya permitido entender mejor esta práctica y que te anime a embarcarte en esta hermosa forma de estar en el mundo que, sin duda, nos permite transitar la vida con más plenitud e intención. Porque, realmente, ¡No necesitamos de muchas cosas para ser felices!